Chimalhuacán, Méx., 2 de septiembre 2015.- Expuestos a las inclemencias el tiempo,
más de 200 menores de la primaria José Martí en el municipio de Chimalhuacán asisten
a clases, luego de que su escuela se quemara el pasado 21 de agosto y hasta el
momento los ha auxiliado.
Solo les han regalado unos pizarrones usados, los padres de
familia siguen llevando mesas y bancas de sus casas e incluso no cuentan con
libros, pues éstos se quemaron.
Al iniciar el ciclo escolar el pasado 24 de agosto, para no
retrasar el curso decidieron que tomarían clases en la calle, en espera de que
alguna autoridad los auxiliara, pero debido a que se encuentran en los límites
de Chimalhuacàn y Chicolopa, hasta el momento nadie ha respondido.
Joel Díaz, director de la Primaria explicó que las autoridades de la Secretaría
de Educación del estado le indicaron que debido a que no contaba con un predio
propio no podían auxiliarlo, por lo que continúan en la calle.
Ante ello, junto con los padres de familia decidieron
acondicionar parte del inmueble quemado para que los niños por lo menos
tuvieran unas paredes que los protegieran
“Están estudiando en unas condiciones muy pésimas esta
lloviendo ahorita no tenemos instalaciones no tenemos terreno no tenemos nada
nos preocupa ahorita que esta lloviendo
que se vayan enfermar los niños con el clima, esta muy fuerte yo traigo
dos suéteres y dos blusas porque hace mucho frío ahorita”, apuntó Margarita
Eusebio Cortes, madre de familia.
La profesora Laura Patricia Torres explicó que hasta el
momento las autoridades no han ido al lugar “los niños toman clases con algunas
mesitas que traen de sus casas algunas
cajitas de madera y sillitas que ellos tienen hasta el momento, no hay ningún
mobiliario o apoyo del gobierno”.
Solo recibieron unos pizarrones, que afirman por no tener
donde guardarlos, se están echando a perder
“son los pizarrones que nos enviaron las autoridades ya
están usados están en mal estado y se están echando a perder porque no tenemos
un lugar donde ponerlos o resguardarlos ya que debido a las lluvias se esta
humedeciendo”, apuntó.
Así su afán de estudiar los menores están expuestos a la
lluvia y el sol, por lo que empiezan a enfermarse
“Ahorita los niños
pueden enfermarse porque esta chorreando el agua se trata de buscar un espacio
seco, pero por las condiciones de clima no nos lo permiten las lonas con las
que contamos están rotas y pues los niños no pueden trabajar pues sus trabajos
se gotean”, añadió la profesora
Los padres de familia solicitan que alguien les done un
terreno, pues afirman que una vez con él, ellos mismos pueden construir la
escuela para sus hijos
Al respecto el área de comunicación social de la Secretaría
de Educación informó que podria tener un pronunciamiento en las próximas horas
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