Nezahualcóyotl, Méx., 27 de junio 2013.-iniciar actividades el 1er Festival Nacional del Libro en Neza, Para Leer en Libertad, se presentaron dos grandes obras: “Un montón de piedras” de Jorge. F. Hernández y “En Recuerdo de Nezahualcóyotl” de Marco Antonio Campos, lo que permitió a los asistentes disfrutar de voz de sus autores, la manera en que fueron elaborando estas creaciones literarias y que dieron paso a una antología de cuentos y una novela respectivamente.
Un nutrido grupo de asistentes a la Explanada del Palacio Municipal disfrutaron de la lectura de un par de cuentos, en voz del escritor Jorge F. Hernández, quien en medio de una tarde soleada presentó el libro de cuentos “Piedras Rodantes”, una compilación de sus mejores cuentos realizada por él mismo, y de los cuales cedió los derechos a fin de que se obsequiara entre los asistentes a este 1er Festival.
Jorge F. Hernández, historiador, novelista, cuentista, ensayista y articulista, ha sido merecedor del Premio Nacional de Cuento “Efrén Hernández”, en el 2000, por su relato “Noche de ronda”, incluido en su segundo libro de cuentos Escenarios del sueño, que se publicó en 20005; en tanto que, en materia de Historia de México, en 1987, recibió el Premio Nacional “Anastasio G. Saravia” de Historia Regional Banamex, con mención honorífica, por su libro La Soledad del Silencio. Microhistoria del Santuario de Atotonilco, publicado en 1991.
El dinámico escritor deleitó a su público con la lectura de los cuentos “Tú no sabes lo que pesa un muerto”, que es la crónica del alma en pena de un asesino asesinado, el cual dedica al periodista, cronista y escritor mexicano Juan Villoro; y finalizó su participación en este evento en pro de la lectura, leyendo uno de sus varios cuentos eróticos, que incluyó en la presente publicación.
Por otra parte “En Recuerdo de Nezahualcóyotl”, es una novela sobre la historia de un poeta escrita por otro poeta, así lo definió Paco Ignacio Taibo II, al presentar al cronista, ensayista, narrador y traductor, Marco Antonio Campos.
Durante la presentación de este poema, Paco Ignacio Taibo II; detalló que dado la importancia de esta obra, no podía faltar en este municipio, por lo que se platicó con el novelista Campos, que autorizara hacer una edición especial de regalo para entregarlo a todos los visitantes a este Festival, durante estos cinco días que durará el evento.
Recalcó “En Recuerdo de Nezahualcóyotl”, es un libro que para aquellos apasionados por el México Prehispánico los va a “encandilar” por varias razones, una de ellas, es que lingüísticamente los sitúa físicamente en el territorio de aquellas épocas, el lenguaje que inventó Marco Antonio Campos, para construir este libro, se mueve entre la elegancia poética, capacidad narrativa, es una novela no un libro histórico.
Por lo que el libro se vuelve en este sentido entrañable, para los lectores va resultar apasionante, para aquellos que tienen un profundo interés en decir que no todo empezó con la llegada de Hernán Cortes y que Bernal Díaz del Castillo no es la lengua, sino es un narrador más, que se suma a partir de una experiencia propia, que no puede ignorar desde el punto de vista de la mexicanidad de los mexicanos.
Antes de dar la palabra para exponer su obra al poeta, Paco Ignacio Taibo II; le formuló dos preguntas que lo llevaron a escribir esta obra y dar así un viraje a su estilo, al irse en búsqueda de la prehispanidad, “de donde te salió este amor que nadie te conoce, y el enorme amor de Nezahualcóyotl”, para hacer tu novela. El segundo cuestionamiento fue cómo pudo reconstruir el ambiente de esta obra, ropa, plumaje, imágenes.
El también poeta Marco Antonio Campos comentó que como todo libro nace por accidente, inicialmente pensó que este libro sería un cuento, pero no fue así, poco se dio cuenta que sería una novela llena de prosa, y que solo podría escribirse en el extranjero, (ya que vivió cinco años en Europa), y cada que venía se dedicaba a la investigación, iba a Texcoco, veía los paisajes, las atardeceres, preguntaba a las piedras.
Dijo que la estructura de la novela la dividió en cuatro partes que son los cuatro puntos cardinales y representan cada uno emblemáticamente a un dios (Quetzalcóatl, Huitzilopochtli, Xipe-Tótec y Tezcatlipoca) y representan asimismo la niñez y juventud, la madurez espléndida, el declive reflexivo y la muerte, quizá por el agobio de los años, del gran señor de Texcoco. En cada capítulo se describe la ceremonia del dios representado.
Afirmó que el protagonista más importante de la novela fue Nezahualcóyotl, que al adentras en su vida y obra, en sus perversidades políticas y sus debilidades terrenos, lo volvieron ante sus ojos más humano, y por tanto, más verosímil como personaje literario.
El escritor rememoró ante el público presente lo que hizo Nezahualcóyotl para apropiarse de la prometida de su súbdito y amigo, el poeta Cuacuauhtzin de Tepechpan, de la que se había enamorado arma un teatro para que el amigo muera en una guerra que el mismo gran señor de Texcoco creó para deshacerse de él. Cuacuauhtzin se entera y elabora contra él uno de los más bellos y dramáticos cantos que se compusieron en el México antiguo; pero eso no hace desistir a Nezahualcóyotl de la acción funesta.
Marco Antonio Campos leyó un fragmento de este poema, “Ya me voy a su casa, pereceré, Acaso por mí tengas que llorar, por mí tú tengas que afligirte, tú, amigo mío, pero yo ya me voy….”, al final de la presentación del libro el poeta autografío por algunas horas los libros que se obsequiaron al final de la presentación.
