*Dicta Conferencia Magistral, investigador del Instituto Belisario Domínguez
Toluca, México, 14 de junio de 2016.- La discusión de la regulación del uso de la cannabis en México se debe centrar en los derechos civiles y políticos de las personas, no en las propiedades de la planta, aseguró Carlos Alberto Galindo López, adscrito al área de Derechos humanos, seguridad y justicia del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Al dictar la Conferencia Magistral “La regulación de la Cannabis desde la perspectiva de derechos humanos”, ante personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, profesores y alumnos del CECATI 115, plantel Santa Cruz, el expositor señaló que el debate tiene que ver con los derechos a la salud, al libre desarrollo de la personalidad, ambientales y al desarrollo de los pueblos, toda vez que es necesario tomar en cuenta la proporcionalidad de la prohibición en torno al autoconsumo.
El conferencista habló sobre la situación actual en cuanto a la penalización del uso, transporte, producción y comercialización de la planta en cualquiera de sus presentaciones, así como los usos, sean médicos o recreativos.
Al presentar estadísticas relacionadas con el consumo del estupefaciente, como el hecho de que la mayor parte de las personas encarceladas por posesión (38.5%) y transporte (40.7%) son jóvenes de entre 18 a 22 años, Galindo López expuso que habrá que reencauzar las políticas de persecución de delitos hacia aquellas de alto impacto como el secuestro, extorsión y violación y no criminalizar al sector de la población que la consume.
Por ello se analiza incrementar la cantidad que cada persona puede poseer para su autoconsumo, para evitar que sean procesados penalmente. En ese sentido, dijo, otro derecho afectado es el de la información, pues no existen cifras oficiales sobre el número de personas encarceladas por el uso exclusivo de la cannabis, sólo se sabe que el 58.7 por ciento de la población penitenciaria se encuentra recluida por delitos contra la salud.
Se refirió también a los diferentes usos de la planta, no sólo como droga, sino como alimento, medicina, para elaborar productos textiles y plásticos, entre otros, los cuales se producen en países que tienen una regulación y pueden industrializarla.
Por su parte, la secretaria general de la Codhem, María del Rosario Mejía Ayala, y José Juan López Hernández, presidente de la Coordinación Nacional de la Edad de Oro, A.C., coincidieron en que con dicho evento académico, cuya importancia refiere un tema de debate a nivel nacional e internacional desde la óptica de los derechos humanos, se pretende que la sociedad en su conjunto tenga una postura diferente respecto a la mariguana para usos medicinales, terapéuticos y personal.
Además, este tipo de actividades contribuyen a lograr el pleno respeto a los derechos humanos y con ello, eliminar la discriminación contra las personas por el consumo de dicha droga, pues ésta debe ser una decisión personal pero regulado y respetado por el Estado.
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