Ecatepec, Mèx., 8 de septiembre 2013.-México no está preparado para la legalización de la mariguana porque no tiene instituciones sólidas en materia de justicia, educación y salud, por lo que ello representaría un mayor riesgo que impactaría directamente en la población juvenil que no tiene opciones de ocupación, consideró Víctor Castillo, presidente de la Unión Industrial del Estado de México, A. C.
“Si tuviéramos una sociedad desarrollada con un nivel alto de educación, con una impartición de justicia sana, veraz y confiable, que fuera un país desarrollado en todos los sentidos, yo estaría de acuerdo con la legalización no solo de la mariguana, sino de cualquier otra droga, sin embargo creo en México no tenemos esas condiciones”, aseguró el líder empresarial.
Desde hace algunos meses, en el país, diversos sectores de la población discuten la propuesta de legalizar la mariguana, incluso ex secretarios de estado como Pedro Aspe, Jorge Castañeda, Juan Ramón de la Fuente y Fernando Gómez Mont coincidieron en que el enfoque de criminalizar a sus consumidores ha tenido un “alto costo” para el país y que la mariguana causa sólo 9 por ciento de adicción, menos que el alcohol y el tabaco, por lo que incluso propusieron iniciar la legalización en el Distrito Federal.
Cifras del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) revelan que casi 600 mil mexicanos consumen drogas y de éstos casi la mitad fuma mariguana.
El presidente de la UNIDEM opinó que si hoy no se tienen cubiertas las necesidades de la población en materia de salud, el permitir el consumo de mariguana alterará el sistema psicológico y físico de los consumidores, por lo que quien caiga en abuso, forzosamente requerirá atención médica que no podrá cubrirse.
Francisco Cuevas Dobarganes, vocero de la agrupación, opinó que contrario a lo que muchos argumentan, al legalizar el consumo de la marihuana, no se observará una disminución de la operación de la delincuencia organizada, ya que los cárteles ya no sólo se dedican a la producción y comercio de este producto que actualmente representa menos del 15 por ciento de sus ganancias, sino además, al tráfico de otro tipo de sustancias que implican menor volumen y margen, así como a otros delitos tales como el secuestro, la extorsión o trata de personas.
La falta de formación, hace que los jóvenes sienten una especial atracción a lo prohibido y al legalizar la marihuana, les abriría aún más la puerta para experimentar con otras sustancias que son más costosas y dañinas para su salud.
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