Ni las bajas temperaturas ni el intenso sol del mediodía ha
impedidos que miles de peregrinos, caminando, en bicicleta en caravana o solos,
provenientes algunos de Puebla, Oaxaca , Veracruz y del estado de Mèxico traten
de llegar a ver a la Morenita del Tepeyac.
Verónica salió de Oaxaca hace cinco días, en su pequeña
Vanesa de un año de edad en brazos, visiblemente cansada, no desfallece, pues
tiene que llegar a la Basílica para las mañanitas de la Virgen.
“Tengo que llegar, ya no puedo caminar, pero tengo que
llegar y pedirle a la Virgencita que cure a mi pequeñita, pues naciò con un
problema del corazón y los mèdicos no me dan mucha esperanza”.
Con los pies llenos de llagas, y apoyada por su madre, Verónica
ha pasado las noches con los demàs peregrinos en la orilla de la carretera,
algunas ocasiones en los camiones de los ciclistas que al verla con su bebè le
brindan un techo.
Todavía le faltan 37 kilometros, cerca de ocho horas
caminando, pero no desfallece, pues afirma que si fè la mantiene adelante.
Como ella, miles de catalicos, empiezan a saturar la
autopista México-Puebla y la carretera libre Mèxico-Puebla, con la firme
intención de llegar a la basílica de Guadalupe antes de la media noche.
A lo largo del camino se han establecido vecinos de los
alrededores, quienes les han llevado café, pan, algunos màs comida como don
Pepe que todos los años prepara carnitas para “ofrecer un taco, en su ultimo
jalón antes de llegar a la basílica.
Se espera que por carreteras del estado de Mèxico cruzaràn
cerca de 50 mil peregrinos en su paso hacia la Basílica de Guadalupe
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