** Defender nuestra dignidad es un deber moral, afirmó la investigadora Angélica Castañeda Martínez.
Toluca, México, 23 de octubre de 2013.- Educar la mente y elegir a los derechos humanos como una forma de vida ayudará a desarrollar la confianza en la sociedad y la igualdad cultural, afirmó la investigadora Angélica Castañeda Martínez, colaboradora de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
En su artículo “Humanismo y derechos humanos, una interpretación que se hace práctica”, publicado en la revista especializada de la CODHEM, Dignitas, la investigadora señaló que practicar los derechos humanos, tanto en la vida pública como en la privada, creará una igualdad cultural y una nueva nación.
Explica que todo esfuerzo para que el hombre se torne libre y encuentre en su humanidad su propia dignidad, es considerado como humanismo; por lo que defender la dignidad propia y de todos los integrantes de la sociedad, es un deber moral no optativo.
Además, la autora destaca la trascendencia de la No-violencia, entre los derechos humanos de tercera generación, como un elemento que le permite al ser humano acercarse a la felicidad y asumirse como un ser no violento.
Reconoció que la violencia es una negación de la persona, de su identidad, de sus derechos y acotó que la defensa de los derechos humanos empieza por el reconocimiento de la violación colectiva del derecho a vivir, a comer, a estudiar, a ser feliz, entre otros.
Añadió que mientras la educación en los derechos humanos no penetre en nuestras costumbres y en nuestro pensamiento, difícilmente podrá hablarse de una defensa integral de éstos.
Al respecto, abundó que limitarse a una aplicación recta de la ley, es abandonar la mayor parte de la cultura de los derechos humanos que reside en las relaciones éticas entre las personas, instituciones y naciones.
Por último, Castañeda Martínez señaló que el respeto a los derechos humanos se dará cuando hayamos construido un sistema educativo que al rebasar los muros de las aulas, alcance a la totalidad de los mexicanos para conducirlos hacia una vida digna.
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