*Cada
año se realizan 82 mil 350 pruebas de sangre, se han brindado 18
tratamientos de hepatitis C y 85 donaciones para trasplante de hígado.
Toluca,
México, 27 de julio de 2016.- El
Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) aplica alrededor de 82 mil 350
pruebas de sangre gratuitas cada año para la detección de hepatitis B y C,
brinda tratamiento a este padecimiento y realiza donaciones de hígado para
pacientes que presentaron daños severos en este órgano.
En el
marco del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra el 28 de julio, el
secretario de Salud estatal, César Gómez Monge, señaló que para evitar
complicaciones por la detección tardía de esta enfermedad y evitar el contagio,
el Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea realiza estas pruebas en los 11
bancos de sangre y el Regional de Ecatepec.
Además,
de marzo a la fecha, el Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos” ha brindado 18
tratamientos gratuitos a estos pacientes, lo que representa un ahorro de más de
medio millón de pesos para cada uno de ellos, que es lo que costaría en un
hospital privado.
La
jefa del Departamento de Epidemiologia de este nosocomio, Emeli Fuentes,
recordó que la transmisión de la hepatitis en ambos tipos puede ser por relaciones
sexuales, transfusión sanguínea, malas prácticas en lugares donde tatúan y
realizan piercing, por lo que la Red de Bancos del Sangre del Estado de México
permite la detección a través de las pruebas realizadas tras la donación de
sangre.
“Cuando
se les llama a los pacientes, se encuentran asintomáticos, es un beneficio por
que desde ahí estamos frenando la enfermedad, pues si es reactivo se le pide
que acuda a una consulta y en su defecto se les remite como candidatos a
tratamientos”, dijo.
Por su
parte, la subdirectora de Normatividad y Registro del Centro Estatal de
Trasplantes del Estado de México (CETRAEM), Ingrid Marisol Pérez Espejel,
precisó que se han otorgado 85 hígados para trasplante a hospitales públicos y
privados, lo que permite salvar la vida a pacientes que tienen dañado este
órgano a causa de la hepatitis C.
Señaló que las personas no tienen síntomas durante
los primeros años de la enfermedad, pero en su etapa aguda se presenta con
fiebre, nauseas, vómito, orina oscura, ictericia (pigmentación amarilla de la
piel) y va dañando el hígado a través de inflamación y genera cicatrices
formando fibrosis y necrosis que es el aumento o muerte de tejidos
adheridos, lo que puede provocar insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer de
hígado.
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