Nezahualcóyotl, Mèx., 29 de septiembre 2015.-Con la ayuda de la gente habían
ampliado unos metros su casita de paredes de madera y techo de lona, pero ahora
Pamela, la pequeñita que vive en la calle y tiene promedio de 9.5 podría
quedarse hasta sin ello, pues les notificaron
que deben desalojar el camellón del Bordo de Xochiaca en Nezahualcóyotl a donde
su familia se refugio hace uno y medio.
El problema es que a un costado del campamento donde se
apostó su familia junto con otras 80 familias más, se realizan obras de un
colector general por parte de la comisión nacional del agua y este debe
ampliarse.
Ello hizo que el pasado viernes, se presentará personal que
se acreditó del ayuntamiento de Nezahualcóyotl y les indicó que debían
desalojar la zona y para ello tenían cinco días.
Ello ha provocado angustia entre los vecinos, por lo que
ahora Pamela, ya no se preocupa por si tiene el uniforme de educación física o
sus útiles, sino que esta a punto de perder el único techo que los cobija.
“Pues yo me siento muy presionada si antes no podíamos
dormir en paz pensando que nos podían desalojar ahora más dijeron que hoy era
el día que nos iban a venir a desalojar, vinieron el viernes y nos dijeron que
teníamos cinco días para que desalojáramos, apuntó Pamela
El gobierno del estado de México se había comprometido a
regalarles una casita, pero todavía no hay fecha
Luis Sosa, secretario técnico de la junta de gobierno de
Educación del gobierno del estado reconoció que en una reunión en palacio de
Gobierno en Toluca se les informó a la familia que les van a entregar su vivienda, “estamos
en un proceso, ya tenemos ubicado el terreno, ya nada más están chocando
jurídicamente la situación que prevalece actualmente para que se hagan las
gestiones para la vivienda”, apuntó
Sin embargo, la familia Hernández Viviano esperan que no sea
demasiado tarde, por lo que Pamela y su padre solicitan les den el terreno y
ellos construyen su casa
“Aunque sea que
nos den el terreno nosotros no pedimos casa, con el terreno nosotros no vamos y
hacemos un cuarto así como aquí”, pidiò Pamela.
Así Pamela y su familia esperan con ansia se cumpla la promesa que les dieron
de otorgarles una casa y no se queden ahora sin el pedazo de calle donde
duermen.
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